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Los expertos explican el régimen de cuidado óptimo para mantener tu vaquero en forma, color y longevidad
Los vaqueros son una de las prendas más populares del armario, se llevan a diario y en casi todas las condiciones. Al mismo tiempo, mucha gente tiene dudas sobre la frecuencia con que deben lavarse para mantener su forma, color y longevidad. Los expertos en cuidado textil han dado consejos sobre cómo lavar correctamente las prendas vaqueras, lo que ayudará a mantenerlas como nuevas durante más tiempo.
¿Cuál es la frecuencia óptima de lavado de los vaqueros
Los expertos recomiendan lavar los vaqueros después de 6 usos, si no tienen suciedad perceptible. El vaquero es un tejido resistente, pero los lavados frecuentes dañan las fibras, provocan pérdida de color y deforman el producto.
Algunos fabricantes de vaqueros de alta calidad aconsejan lavarlos incluso con menos frecuencia, después de 10 usos, si se mantienen frescos y sin manchas.
Por qué no debes lavar tus vaqueros con demasiada frecuencia
- Lixiviación del tinte. El tejido vaquero tiende a perder color, sobre todo las variantes más oscuras.
- Cambio de forma. Los lavados demasiado frecuentes estiran el tejido o, por el contrario, lo vuelven rígido.
- Deterioro de las fibras. Las fibras vaqueras se deterioran progresivamente bajo la acción de los polvos y la fricción mecánica.
- Por eso, los expertos aconsejan no fijarse en la costumbre de lavar la ropa después de cada uso, sino en el estado real del producto.
Cómo darse cuenta de que ha llegado el momento de meter los vaqueros en la lavadora
El lavado debe realizarse cuando:
- haya un olor fuerte;
- hay manchas o rozaduras visibles de suciedad;
- el tejido se ha vuelto pegajoso al tacto;
- el efecto de frescor perceptible desapareció.
Si no se da ninguno de estos casos, los vaqueros pueden seguir usándose sin lavarlos.
Una alternativa útil al lavado
Entre ciclo y ciclo de lavado, los vaqueros pueden mantenerse limpios y frescos:
- Airear. Después de usarlos, cuélgalos al aire libre.
- Limpieza fácil. La suciedad localizada puede eliminarse con una esponja húmeda o jabón líquido.
- Refrigeración. Una breve estancia en el congelador ayudará a igualar los olores desagradables.
