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Es un producto pequeño pero increíblemente útil, y un verdadero tesoro de nutrientes
Es difícil encontrar un fruto seco más versátil que las almendras. Se pueden comer como tentempié, utilizar para hacer mantequilla de almendras, harina, leche y mucho más. Pero las almendras no sólo sirven para eso: tienen muchos beneficios para la salud.
Se trata de un auténtico superalimento nutritivo que bien merece un lugar en tu dieta diaria. Su contenido en grasa es similar al de frutos secos como la macadamia, pero tiene algo menos de hidratos de carbono. Las almendras son una excelente fuente de proteínas vegetales y, por naturaleza, no contienen colesterol ni gluten, por lo que son adecuadas para casi cualquier dieta o plan de alimentación, escribe Martha Stewart.
Dos nutricionistas explicaron a la publicación qué beneficios para la salud puede aportar el consumo de almendras.
Beneficios de las almendras
Estos son los principales beneficios de las almendras, desde mantener sano el corazón hasta mejorar la piel:
Salud del corazón
Las almendras son ricas en grasas, y ése es uno de sus principales beneficios. Tienen un alto contenido en grasas monoinsaturadas, que ayudan a mantener niveles normales de colesterol y la salud del corazón, afirma la nutricionista Lauren Manaker. Las grasas monoinsaturadas ayudan a reducir el LDL -el colesterol «malo»- y a aumentar el HDL -el colesterol «bueno»-, reduciendo el riesgo de enfermedades cardiovasculares y accidentes cerebrovasculares.
Además, las almendras son ricas en antioxidantes como la vitamina E y los flavonoides, que favorecen la renovación celular y son beneficiosos para el corazón.
Control del peso
Las proteínas, la fibra y las grasas de estos nutritivos frutos secos ayudan a sentir saciedad durante más tiempo, reducen los antojos de picar y pueden ayudar a controlar el peso, señala el nutricionista Toby Amidor, experto en nutrición y autor de best-sellers.
Amidor señala una revisión científica de 2025 en la que destacados expertos concluyeron que el consumo regular de almendras puede ayudar a perder peso. En concreto, los estudios demuestran que comer al menos 50 gramos de almendras al día (unos dos puñados pequeños) favorece la pérdida de peso en algunas personas.
Función cerebral
Las almendras son ricas en riboflavina y L-carnitina, sustancias que, según Manaker, pueden favorecer la salud cerebral y reducir el riesgo de deterioro cognitivo. Un estudio de 2024 descubrió que los adultos mayores que comían más frutos secos (más de 11 g al día) eran significativamente menos propensos a experimentar deterioro cognitivo.
Salud intestinal
El consumo de almendras como tentempié puede influir positivamente en el microbioma y, por tanto, favorecer la salud intestinal reduciendo el riesgo de enfermedades gastrointestinales, incluido el síndrome del intestino irritable. Según un estudio científico de 2025, las almendras favorecen el crecimiento de bacterias beneficiosas como Roseburia, Ruminococcus, Eubacterium, Lachnospira y otras.
Piel
Las almendras son ricas en vitamina E, un potente antioxidante que ayuda a proteger la piel de los daños causados por los radicales libres, señala Manaker. Además, las grasas saludables de las almendras nutren la piel, manteniéndola hidratada y flexible.
Los estudios demuestran que el consumo de almendras puede mejorar la salud de la piel: reduce las arrugas y unifica el tono. Un estudio de la Universidad de California en Davis descubrió que las mujeres posmenopáusicas que comían dos raciones de almendras al día mostraban notables mejoras al cabo de 24 semanas.
Sin embargo, Manaker subraya: se necesitan más investigaciones para evaluar el efecto a largo plazo y su aplicabilidad a otros grupos.
Recuperación muscular
Manaker también señala: las almendras ayudan a recuperarse más rápido del esfuerzo. Cita un estudio reciente de la Universidad Estatal de San Diego y el King’s College de Londres: 26 adultos sanos corrieron por una superficie inclinada durante 30 minutos, una carga que provoca microdaños en los músculos.
Durante las 8 semanas previas a la prueba, la mitad de los participantes comieron 2 onzas de almendras al día, la otra mitad comió una ración de pretzels de calorías similares.
Después de la carrera, el grupo que comió las almendras tuvo menos daño muscular, menos dolor y mejor retención de la fuerza en comparación con el grupo «pretzel».
